Muñoz en el Parlamento

Indicadores de pobreza e indigencia, distribución de la riqueza y matrícula educativa desmienten falacias sobre inversión social

Los cuestionamientos sobre bajos niveles de inversión del Gobierno hacia los sectores más desfavorecidos de la población por parte de partidos políticos que “arrojaron a miles de uruguayos a la exclusión y marginación” son falsedades evidentes dignas de una publicación de humor, aseveró la ministra Muñoz. Indicadores de pobreza e indigencia, distribución de la riqueza y la matrícula educativa los desmienten, agregó.

María Julia Muñoz

La ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, calificó de dignas de una publicación de humor las acusaciones de exclusión a los sectores más desfavorecidos y falta de inversión expresadas por parte de senadores durante la sesión parlamentaria. "Son de una falsedad evidente”, dijo, y aseguró que provienen “de quienes provocaron, con sus gobiernos, la más grave y profunda crisis que vivió el país, que arrojó a la exclusión y la marginación a cientos de miles de uruguayos”.

Esos gobiernos “crearon generaciones de niños y jóvenes mal alimentados, con hogares destruidos y con infancias en la marginalidad”, por lo tanto “son los responsables últimos de que esos mismos niños, hoy jóvenes, lleguen al sistema educativo con carencias de base tan difíciles de afrontar y resolver”, expresó. “No pueden criticar que hoy eso sea un problema a la hora de incluirlos en el sistema”, agregó.

La ministra recordó que un informe efectuado en 2016 por el Instituto Nacional de Estadística situó a la pobreza en 9,4 % y a la indigencia en 0,2 % de la población. Asimismo, el índice de Gini, que mide la desigualdad, siguió su senda descendente. “Nos duele cada compatriota que sufre necesidades, y nos duelen esos porcentajes, pero recordemos de dónde partimos: de casi 40 % de pobreza y 10 % de indigencia”, subrayó.

Muñoz recordó que la emergencia social fue enfrentada con una batería de medidas como los planes sociales, las asignaciones familiares, la reforma de la salud, las jubilaciones, la negociación colectiva y la reforma tributaria “para que pague más quien más tiene”. Repasó, además, el aumento sostenido del poder adquisitivo del 50 % en los tres períodos de gobierno del Frente Amplio y que este indicador continúa en crecimiento. En el mismo sentido, mencionó la ley de ocho horas para los trabajadores del campo y el convenio salarial para las domésticas, “que dio dignidad” a las trabajadoras domésticas.

Recordó que el 54 % de los estudiantes universitarios provienen de familias en las que ninguno de sus integrantes logró acceder a la educación superior. Añadió que, en la formación docente pública, ese porcentaje llega al 75 % y que varios miles de estudiantes universitarios siguen sus cursos gracias a las becas otorgadas por el Fondo de Solidaridad. “Eso es trabajar por la equidad social”, indicó.

“Podríamos seguir mostrando el compromiso real, en los hechos y no en las declaraciones, de los gobiernos del Frente Amplio con la inclusión y la equidad en todos los aspectos de la vida de la sociedad, y en particular, en la educación”, concluyó.

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